martes, 3 de septiembre de 2013

Sobre un día soleado en Miraflores

Hoy, luego de mucho tiempo, al fin salió el Sol en Mirafloresy pude darme el lujo de salir a caminar, luego de más de tres semanas de encierro, debido a una bronquitis aguda. Aclaro a quienes leen este blog desde otras latitudes, que en Lima el clima varía según el distrito, por lo que puse que salió el Sol en Miraflores y no que salió en Lima. Primero me tomé un café pasado en "El enano", sito en la esquina de las calles Chiclayo y Arica. Aclaro nuevamente a dichos lectores que los nombres de esas calles corresponden a los de ciudades ligadas a la historia del Perú, si bien Arica desde el fin de la Guerra del Pacífico, es decir desde hace más de un siglo, pertenece a Chile. Encontré una entrada en el blog en la nevera, en la que la autora se queja de no tener la capacidad para ir a tomarse un café sola. Yo felizmente si la poseo. Seguí luego mi camino y llegué a la cafetería de Compucenter, sito donde antes quedaba la preciosa Casa Marsano, que más que casa parecía un palacio, en la cuadra 50 de la Av. Arequipa. Otra calle más con el nombre de una ciudad del Perú. (Nota al margen: recomiendo a los lectores interesados en los nombres antiguos de las calles de Lima el blog Rumbo al Bicentenario de Juan Luis Orrego.) Allí me tomé un jugo de piña sin azúcar, mientras que luego de semanas revisaba la prensa local, para ponerme un tanto al día en cuanto a los referentes de la gente de mi edad y mi grupo social. Es decir revisé el diario "El Comercio" y un número antiguo de su suplemento "Somos", que es lo que esa gente se cree a pies juntillas como pura e infalible verdad. Revisé un número antiguo de la revista "Cosas" y me di el gusto de constatar que estaba también el número en el que sale la foto mía y de mis hermanas. 
Te preguntarás, mi querido lector anónimo, que accediste casualmente a este blog desde el otro lado del planeta, y que ni siquiera me conoces, que importancia puede tener el que yo paseara por las calles soleadas del distrito limeño de Miraflores y porque habría de interesarte. El internet ha sido creado para compartir información importante, no chismes inocuos sobre gente desconocida, me dirás y tendrás toda la razón del mundo. El que otros lo hagan tampoco es una justificación. Mal de muchos, consuelo de tontos, como dice el dicho. Puedo aducir en mi defensa tan sólo que no gasto papel en ello, como lo hacen algunos. Hace unos años salió, por ejemplo, en Lima, un libro de Rafael M. C., en el que el autor, doctor en literatura y profesor en la materia, habla entre otros, de sus problemas de salud y se queja de que no puede tirarse a todas las chiquillas que se le cruzan en el camino como antaño. Ese es tan solo un ejemplo, pero la literatura, sobre todo la mala literatura, está plagada de ellos.
Te preguntarás también, mi querido lector anónimo, si no tengo nada más que hacer, aparte de pasear de un lugar a otro, tomando jugos y café. Lamentablemente no es así. Pero eso es tema de otra entrada.

Si ésta fuera una ciudad como Cusco, Cracovia o Venecia, o si aún estuviera en pie la Casa Marsano, ameritaría el que ponga una imagen, acompañando esta entrada. Pero, a pesar de todo el cariño que le tengo, lamentablemente no lo es. Y si bien no he firmado todas las entradas de este blog, no quiero abstenerme de firmar ésta simplemente como Isabel.

Lima, agosto del 2013

domingo, 1 de septiembre de 2013

Sobre la película "Mi Nikifor" de Krzysztof Krauze

La película “Mój Nikifor” (Mi Nikifor) nos presenta la figura del ya anciano pintor naif del mismo nombre, quien se instala, sin haber sido invitado, en el taller del pintor Marian Włosiński, donde despliega sus herramientas con la intención de quedarse a trabajar. Esto sucede en el invierno de 1960, en la localidad de Krynica, al sur de Polonia, conocida por sus aguas curativas. La presencia de Nikifor, quien resulta estar enfermo de tuberculosis, afecta la vida familiar de Włosiński, ya que su esposa Hania teme por la salud, tanto de ellos, como de sus dos niñas. Włosiński trata de ubicar a la familia de Nikifor y se da con la sorpresa, que éste no tiene ni familia, ni siquiera partida de nacimiento o bautizo. Tan sólo se rumorea que es hijo natural del pintor Aleksander Gierymski. Al no tener documentos, no puede acceder a los servicios de salud, ofrecidos por el estado, pues ante la ley no existe. Włosiński asume la tutoría legal de Nikifor, a costa de perder su matrimonio, y se hace cargo del anciano artista quien al fin recibe atención médica. También se encarga de difundir su obra, coordina con la prestigiosa galería de arte en Varsovia “Zachęta” una exposición de la obra de Nikifor. A la exposición asisten el Ministro de Arte y Cultura de Polonia y otras personalidades, pero Nikifor ni cuenta se da de lo que pasa a su alrededor. La trama finaliza con la muerte de Nikifor, que deja desolado a Włosiński. Película muy conmovedora, basada en hechos verídicos. El mismo Włosiński participó como asesor en la elaboración de la película.
La película, dirigida por Krzysztof Krauze en el 2004 obtuvo varios premios. Premio a la mejor película, director y actriz en Panorama del Cine Europeo. Premio FIPRESCI en Atenas. Y el Premio a la mejor actriz en el Festival de Valladolid, entre otros. Los premios a la mejor actriz se deben a que fue Krystyna Feldman, actriz polaca, fallecida el año pasado a los 91 años, quien representó el papel masculino de Nikifor.

Isabel Sabogal Dunin-Borkowski

Vida y obra del pintor Nikifor

Aquí va una breve nota sobre la vida y obra de Nikifor. Nació en 1895 en Krynica y murió en 1968 en Folusz, otro pueblo de la misma región. Su madre, Eudokia Drowniak, fue una humilde mujer sordomuda, que llevaba agua a los diferentes hospedajes de Krynica. Corre la versión no confirmada de que el padre fue Aleksander Gierymski, uno de los mayores pintores polacos, quien estuvo en Krynica, gozando de sus aguas curativas. Nikifor nació con la lengua pegada al paladar, por lo que hablaba de una manera poco comprensible. Él al igual que su madre pertenecían a la minoría étnica de los łemki, que habitaba esa parte de Polonia. Los łemki hablan una lengua eslava, similar al polaco, al ucraniano, al eslovaco y otras lenguas de la región, y en su mayoría practican la religión griegocatólica. En 1947 fueron deportados casi en su totalidad de sus lugares de origen a la parte de Polonia, que antes de la guerra perteneció a Alemania. El mismo Nikifor fue deportado a Szczecin, de donde se demoró un año en regresar caminando a Krynica. Fue durante esa travesía que se complicó su estado de salud. Fue analfabeta y vivió en la miseria más absoluta. Si bien al sanearse su situación legal, obtuvo ayuda del servicio social del estado polaco.
Pintaba retratos, autorretratos, ángeles, santos, y las diversas construcciones, casas e iglesias griegocatólicas de Krynica. Pintaba sobre papeles sueltos, cartones, tapas de cuadernos. Pintaba todos los días, a excepción de los domingos, en los que se vestía de fiesta e iba a la iglesia griegocatólica (cerkiew). Se calcula su obra en aproximadamente cuarenta mil piezas. Se califica su pintura como “naif”, conocida también como pintura ingenua. En 1930 el pintor ucraniano Roman Turyn quedó embelesado con su pintura y la hizo conocer a los pintores polacos y ucranianos, residentes en París. En 1938 salió publicado el primer artículo sobre su obra, en la revista “Arkady”, escrito por el pintor y admirador suyo Jerzy Wolff. Luego de la guerra fue “redescubierto” por los esposos Banach, quienes le organizaron exposiciones en París. Se escribieron muchos libros sobre su obra. Se fue haciendo cada vez más conocido, si bien en su pueblo natal siempre fue tratado como un pobre loco. Tal como se muestra en la película, en 1967 expuso en la galería más prestigiosa de Polonia “Zachęta”. Actualmente hay un museo dedicado a su obra en la localidad de Krynica.
Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Publicado en la Gazetka "Dom Polski", N° 31
Lima, Perú, Noviembre del 2008