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martes, 12 de octubre de 2021

Sobre la novela "Operativo Día de la Resurrección" de Andrzej Pilipiuk

Esta será una breve reseña de la novela "Operativo Día de la Resurrección" de Andrzej Pilipiuk.


Corría el año 2014. El mundo había sido devastado por la Tercera Guerra Mundial, a la cual había sobrevivido tan una mínima parte de la humanidad. La contaminación producida por los residuos radioactivos apenas permitía que creciera algo sobre la faz de la tierra. En la ciudad de Varsovia, de la cual quedaban sobre todo ruinas, un Instituto Militar, utilizando los últimos avances científicos, trataba de hallar una solución al asunto. Fue allí donde surgió el proyecto Operativo Día de la Resurrección, dirigido por el profesor Igor Rawicz.

La idea era viajar al pasado para esterilizar a Piotr Citko, antepasado del presidente polaco Paweł Citko y evitar de esa manera la Tercera Guerra Mundial, que éste involuntariamente provocó. El día en que eso sucediera, cambiaría el curso de la historia. La tierra se descontaminaría, volverían a la vida aquellos que la habían perdido a causa de la guerra y el Instituto desaparecería, pues ya no tendría razón de ser. De allí el nombre del operativo: Día de la Resurrección. Está demás decir que se trataba de un secreto de Estado.


Se hicieron múltiples pruebas, seleccionando a un grupo de jóvenes para que  viajaran en el tiempo, hallaran a Piotr Citko y cumplieran con el objetivo. Todos los integrantes del equipo fueron seleccionados, entre otras cosas, por no tener una familia que los reclamara en caso de que desaparecieran para siempre, sin regresar jamás del pasado. Paweł Trusiński se crió pastando ovejas en Kazajistán. Sławek Polański creció en un orfanato, como hijo de madre soltera y padre desconocido. Pero sabiendo que era hijo natural del presidente Citko, cosa que el equipo del profesor Rawicz no sabía. Con la salvedad que al quedar estéril su antepasado, se borraría de la historia, la posibilidad de la existencia de Sławek. Los padres de Magda Błońska habían muerto en Bruselas durante la explosión atómica. La chica hablaba polaco, francés y alemán y era una lumbrera en cuanto a conocimiento histórico. Los padres de Filip Berg tampoco sobrevivieron a la catástrofe, por lo que el joven fue a parar a un campo de refugiados. Antes de la guerra se había estado formando para aviador en una Escuela Militar, que había quedado reducida a ruinas. En el refugio donde funcionaba el Instituto conocieron a Michał Piecuch, el único sobreviviente de los anteriores saltos en el tiempo.


Luego de una breve capacitación de dos semanas, durante la cual los chicos aprendieron de física, historia y algunas cosas más,  se procedió a enviar al primer par al pasado. Así fue como Michał y Paweł llegaron a Varsovia el once de septiembre de 1895, a pesar de que el vehículo del tiempo había sido programado para que fuese a fines de agosto de 1896. Esa región de Polonia era en aquel entonces parte del Imperio ruso bajo dominio zarista. 

Pronto Michał se enfermó del hígado, por lo que retornó para tratarse al futuro, mientras que Paweł se quedó en el siglo XIX. A la madrugada siguiente de la partida de Michał, Paweł fue detenido por la Ojrana, el Servicio de Inteligencia del Zar. Desde su celda Paweł logró enviar un mensaje al futuro, en respuesta al cual llegaron Filip y Magda al pasado, con la misión de rescatarlo. Luego de algunas aventuras. los tres lograron retornar al siglo XXI, dejando la misión inconclusa.


Unos días después Filip y Sławek partieron al pasado con el objetivo de finalizar la misión, pero llegaron a Varsovia en octubre de 1624, bajo el reinado de Segismundo Tercero, en medio de una peste que iba arrasando el país. Vivieron dos semanas de martirio, durante las cuales trabajaron enterrando a las víctimas de la epidemia y ayudando en la quema de sus pertenencias, pues según las creencias de la época, eso habría de impedir la expansión de la peste. Finalmente lograron retornar al futuro, justo a tiempo para curar a Sławek, quien se había contagiado de la temible enfermedad.


Luego de múltiples aventuras, los jóvenes llevaron a cabo su objetivo, esterilizando a Citko, mientras este se encontraba en brazos de Tatiana, hija del capitán Sergiei Nowych, quien había hecho capturar y torturar a Paweł. Y es que Piotr Citko había resultado ser un delator, que le pasaba datos sobre los seguidores de la causa independentista polaca a la Ojrana.


Finalizado el operativo, Filip, el único sobreviviente del grupo, se acercó al cementerio, antes de retornar al siglo XXI. Allí, a través de un dispositivo de forma felina, habló con alguien que provenía de otros futuros. Ese alguien le dijo, que al interferir en el curso de la historia, se generaban diferentes líneas de tiempo, simultáneas entre sí. Líneas que ellos analizaban, interviniendo para modificar algunos hechos, solo en casos estrictamente necesarios.


Tal como siempre, el autor hace gala de su conocimiento histórico. Nos muestra la Varsovia del siglo XIX, haciéndonos saber qué iglesias ortodoxas desaparecieron, ya sea por cambio de uso, ya sea por la destrucción de la que fueron objeto, luego de la Primera Guerra Mundial. Nos enteramos cómo se llamaban las calles, que los personajes conocen por los nombres que llevan en el siglo XXI. Así como cuales eran las disposiciones para combatir la peste en el siglo XVII. Al pasar las páginas del libro, nos sentimos pues también, como una suerte de viajeros en el tiempo…



Ficha bibliográfica:

Andrzej Pilipiuk: „Operativo Día de la Resurrección” (Operacja Dzień Wskrzeszenia)

Número de páginas: 496

Idioma: Polaco

Lublin - Varsovia, Editorial Fabryka Słów, 2016


martes, 5 de octubre de 2021

Sobre la novela "Diario noruego" de Andrzej Pilipiuk

Esta será una breve reseña de la novela „Diario noruego” de Andrzej Pilipiuk. Una novela en la que el personaje principal aparentemente es humano, pero no del todo, pues le gusta comer pasto; tiene tal cual los caballos doble dentadura; ve en la oscuridad y percibe con nitidez los olores y ruidos que el común de la gente no percibe. Además posee capacidades extrasensoriales, como el poder de captar telepáticamente los pensamientos ajenos e incluso la telequinesia.

Personaje que cambia de nombres e identidades. Un día se llama Paweł Koćko y al siguiente Tomasz Nikitycz Paczenko. Se va percatando de a pocas que el último es su nombre verdadero, por lo que así lo llamaremos en esta reseña. Y todo esto, siendo un adolescente, de apenas dieciséis años. Sabe lo qué es ser diferente a los demás y no saber porqué.

¿Quién es? ¿Por qué no recuerda nada de lo que pasó más allá de los últimos cinco años? Sin embargo va recuperando la memoria poco a poco, a través de los sueños y visiones repentinas. Son como imágenes y escenas del pasado perdido. El último resquicio de éste, que aún se hace presente. Vislumbra de pronto nombres de personajes desconocidos, como por ejemplo, Omejlan Paczenko. O el de Łesia, chica que se le aparece en sueños y que resulta ser su hermana melliza.


En fin, se trata de tres volúmenes llenos de aventuras y personajes inverosímiles. Entre ellos encontramos a diversos espías, agentes de la KGB, así como príncipes y princesas rusos en el exilio, tanto de la dinastía Orlov, como Potemkin. E incluso un criminal nazi, como el profesor Otto Sigridsen, de cuyas garras Tomasz logra escapar. El chico conoce también a seres similares a él, como el conde Derek Tomatov

Varios de estos personajes hablan diferentes idiomas entre sí, pero eso no es problema para Tomasz, quien a través de su sentido telepático capta los idiomas circundantes, pudiendo comunicarse sin problemas, ya sea en noruego, sueco, alemán, ruso, ucraniano o polaco.

Todas estas aventuras, tanto los secuestros de los que el chico es objeto, como la gente que cae muerta al defenderlo, están ligadas a la búsqueda de su propia identidad y origen. El cual se le va revelando poco a poco.

En el último tomo, titulado "Vientos del norte”, Tomasz se entera que su bisabuelo Ałmaz Paczenko se casó con Alexandra, hija natural del Zar Nicolás II y una bailarina armenia. Desde ese entonces las mujeres de su familia llevan el nombre de Alexandra, cuyo diminutivo ruso es Łesia.

Su bisabuelo en cambio fue fruto de un experimento realizado por un Edonita, algo similar a una nave, llegada del planeta Edon al pueblo de Wojsławice, al sur de Polonia. „Esa cosa” - según palabras del conde Derek - „mató a un niño lugareño, un gatito, un cachorro y un potrillo y luego empezó a jugar. El niño era el representante de la especie dominante en el planeta. Le sirvió de modelo. Del caballo recibimos el doble párpado y un estómago que digiere hasta la celulosa. (…) Del perro tenemos el olfato y el oído, del gato unos ojos que ven en la oscuridad. Probablemente de la misma nave (…) la capacidad de captar ondas diferentes, desconocidas para la ciencia humana, lo cual nos permite a veces contactarnos telepáticamente o escuchar los destellos de los pensamientos de otra gente”. *

De este último origen provendría probablemente también la capacidad de telequinesia y de regeneración de los tejidos.

En cuanto al conde Derek, su abuelo se había casado con una chica de ojos felinos, que nunca quiso hablar de su origen.


La novela finaliza con Tomasz, luego de haber recuperado la memoria, partiendo en lancha de Noruega hacia Nueva York a darle encuentro a su familia. A su melliza Łesia, a Łucja, el clon de ésta y a su padre Nikita Paczenko. Y quién sabe, tal vez también a su bisabuelo, pues la longevidad pareciera ser otra característica más de su especie.


En el epílogo el autor nos cuenta que empezó a escribir esa novela a los trece años de edad, como una manera de fugarse ante los horrores de la realidad circundante y el maltrato escolar. La novela estuvo guardada durante más de veinte años en el cajón, hasta que llegaron mejores tiempos para su publicación…


* Andrzej Pilipiuk, „Vientos del norte”, „Diario noruego” vol. III, p. 251

Traducción: Isabel Sabogal Dunin-Borkowski



Ficha bibliográfica:

Andrzej Pilipiuk: „Diario Noruego” (Norweski dziennik)

„La huida" (Ucieczka), vol. I

„Senderos ajenos” (Obce ścieżki), vol. II

„Vientos del norte” (Północne wiatry), vol. III

Idioma: Polaco

Lublin - Varsovia, Editorial Fabryka Słów, 2017