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lunes, 8 de octubre de 2018

Sobre la novela "La república de oropeles" de Paweł Sajewicz

Esta será una breve reseña de la novela „La república de oropeles” de Paweł Sajewicz. Es una novela que te atrapa, aunque de un género un tanto difícil de definir. La crítica la ha calificado de novela polaca contemporánea. Pero, sinceramente, no entiendo lo que eso significa. Si bien la novela gira en torno a las vicisitudes de Marek Herman, Franek Tomczyk y Agnieszka Lisiecka, considero que el personaje principal es Sonia Nemm.
Cierta noche, poco después de su matrimonio con Marek, en un pueblo al sur de Polonia, Sonia „se vuelve idiota". Se queda parada, con la copa en la mano y la mirada ida, como si estuviera en otro mundo. Simplemente deja de responder a los estímulos. Es un caso médico extrañísimo, que sucede una vez entres miles de miles de personas. Esa misma noche Marek y Agnieszka hacen el amor por primera vez. Durante los cinco años anteriores era Agnieszka quien le servía el desayuno, cuando Marek salía del dormitorio de Sonia, luego de haber pasado la noche juntos. Las noches de pasión, vale decir el amor, eran para Sonia. Las conversaciones posteriores, vale decir la amistad, eran para Agnieszka. Durante cinco años lograron no quebrar esos límites. En aquel entonces Sonia y Agnieszka eran coinquilinas, si bien Sonia, hija de uno de los hombres más ricos de Polonia, era la que pagaba la mayor parte del alquiler. Todos ellos tenían en común el ser provincianos, quienes acababan de abandonar sus pueblos para estudiar en la Universidad de Varsovia.
Después del ataque Sonia requiere ser atendida como un bebé. Hay que bañarla, peinarla, cortarle las uñas, servirle la comida y cuidar que no se tire del balcón. Todo el trío regresa a Varsovia, donde Marek y Agnieszka conviven, ocupándose conjuntamente de Sonia. Quien paga las cuentas, tanto del alquiler, como de los costos de vida, más una persona de apoyo, que se queda con la enferma, cuando Marek y Agnieszka deben salir de casa, es Julian Nemm, el papá de Sonia. De esa manera pasan volando siete años. Marek, quien es egresado de derecho, publica dos novelas. Agnieszka, egresada de la facultad de periodismo, no trabaja. De vez en cuando Agnieszka se harta de la situación y se va donde Franek Tomczyk, ex-compañero de estudios. Pero siempre acaba regresando con Marek.
En medio de esas idas y venidas Agnieszka sale encinta y unos meses después nace Jacek. Lo asombroso, al menos para mí, es que, ni Marek, ni Franek, se preguntan quién es el padre, pudiendo ser cualquiera de ambos. Simplemente asumen al niño como parte del paquete que viene con Agnieszka. Incluso Julian lo asume como su nieto, juega con él, le hace regalos por su cumpleaños y se hace llamar „abuelito" por el pequeño. Jacek sabe, pues, que tiene cinco abuelos, dos por parte de su mamá, dos por parte de su papá y uno por parte de Sonia.
Unas líneas más arriba dije, que considero a Sonia, el personaje principal de la novela. Y es que el mundo de Marek se desmorona el día en el que Sonia desaparece de su vida. Y desaparece porque Julian se percata, a raíz de una entrevista que le hace Franek, que ha habido una fuga de información respecto al negocio de chat sexual en el que está metido. Los datos de las personas que participan en los mismos, aparentemente anónimos, han sido detectados y la información ya está circulando fuera de la empresa. El caso amenaza con convertirse en un escándalo mayor. En menos de un segundo Julian decide fugarse con su hija a Sudáfrica, donde un tiempo atrás había comprado tierras. Se lo hace saber a Marek, luego del entierro de la tía de éste, Janina, quien dejó en herencia un terreno con una casa en las afueras del pueblo de Kalenica. Marek, natural de ese pueblo, es uno de los herederos. Regresa al departamento de sus padres, pensando, que si bien la casa que dejó la tía, está en pésimas condiciones, todo es arreglable y tal vez podría servir de base para rehacer su vida con Agnieszka. Pero en cuanto llega, Agnieszka le manifiesta, que esta vez, sí lo abandona del todo y que los padres de Marek le han dado plata para que pueda regresar a su pueblo natal. Y es que  tanto los padres, como Adam, el hermano menor de Marek, saben que al librarlo de Agnieszka, no habrá ya objeción alguna para vender el terreno y la casa de la tía Janina. Así que en un solo día, tal como dice Marek, le fueron arrebatadas ambas mujeres.
Para rematarla, quien acaba escribiendo el artículo, denunciando la falta de privacidad de los chats sexuales, es Agnieszka. Accede a esa información a través de Tomek Brzeźniak, ex-trabajador de Julian y ex-compañero suyo de la facultad de periodismo en Varsovia. De esa manera queda anulada la posibilidad de regreso de Julian y su hija a Polonia.
Marek y Agnieszka se desean todo lo mejor y deciden no volverse a ver más en la vida. Agnieszka va a despedirse de Franek y le dice, mirándolo a los ojos, que entregará a Jacek a su padre, cuando éste cumpla dieciocho años. Ya anteriormente, en algún arrebato de furia, le había llegado a decir a Marek, que no era padre del niño.
Agnieszka retorna con sus padres a su pueblo natal, cerca a Częstochowa. En cuanto a Marek, viaja con una beca literaria a Alemania, de donde no da más señas de vida. Sólo Agnieszka sabe que está escribiendo su siguiente novela.

Ficha bibliográfica:
Paweł Sajewicz: „La república de oropeles” (Republika świecidełek)
Varsovia, Editorial Świat Książki, 2017
Número de páginas: 432 
Idioma: Polaco

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