Este será un breve comentario a la novela „Los impacientes” (Niecierpliwi) de Zofia Nałkowska. Aunque no está dicho, sabemos por diferentes indicios, que sucede en la Polonia de entreguerras, vale decir entre los años veinte y treinta. La novela se centra en las vivencias psicológicas de Jakub y su esposa Teodora. Muchas de ellas ligadas a toda una red impresionante de familiares, así como de algunas personas más alejadas. Y es que los familiares siguen estando presentes, por más que ya no vivan, que ni siquiera los conocieran personalmente, o que lo único que sepan de ellos, sea tal vez alguna anécdota familiar.
Estas vivencias psicológicas están marcadas por el sufrimiento. Por ejemplo Jakub convivió, cuando era jovencito, con una tal María, con la que tuvo algunos hijos, si bien nunca llegaron a formalizar su relación. María lo dejó intempestivamente para casarse con otro, sin siquiera explicarle el porqué y adónde fueron a parar sus hijos. Varios años después, cuando ya está casado con Teodora, se entera que quien "arregló" todo eso fue la tía Paulina, hermana de su madre, pues consideraba que no le convenía la relación con alguien de la condición social de María, ni el asumir la crianza de los hijos a los veintidós años de edad. Se entera también que el único de sus hijos que está vivo es Marian, quien se está criando donde el molinero y su esposa Filomena. Paulina le organiza un encuentro con su hijo, sin que el chiquillo sepa que el señor con quien está hablando es su padre. Es pues también una novela de denuncia social, así como de denuncia de la situación de la mujer en la Polonia de aquel entonces.
Tanto Jakub como Teodora buscan desesperadamente el amor, pero lo único que logran es dañarse mutuamente. Cuando Teodora no aguanta más el ambiente de tensión en casa, viaja a Wieksznia, propiedad familiar en el campo, donde está Piotr, tío político suyo, con una hermana fea y solterona, y el hijo de Piotr, Jarosław. Y a pesar de no haberlos conocido, en la mente de Jakub, están presentes los demás hermanos de Piotr. Izabella, quien se volvió monja, y un tal Urban, muerto ya, de quien se decía que estaba loco. La finada esposa de Piotr, Leonia, era prima hermana de Teodora. Konstanty, el padre de Leonia, fue asesinado en la puerta de la casa de Wieksznia por Edward, el hermano menor de su esposa. Ésas y otras historias por el estilo, son las que pueblan las conversaciones durante las tertulias familiares. A pesar de que no le han hecho nada, en la mente de Jakub, todos estos personajes son una amenaza, pues lo apartan de Teodora, quien se siente más afín a ellos.
Y en su mente también están los personajes de su propia familia. Su abuela materna Ludwika, de cuyo esposo Fabian no se supo nunca, si se suicidó o lo tiraron al río. La amante del abuelo, que era hija del carnicero. La tía Marta, hermana de su madre, quien nunca se casó, vivió con Ludwika hasta el final, le organizó el entierro y el ágape fúnebre, y a las tres semanas se murió de una tuberculosis, que durante la vida de la abuela, logró mantener oculta. Ese ágape fúnebre, es además, una ocasión para que lleguen más parientes de diferentes pueblos y ciudades y amplíen el espectro de historias y anécdotas familiares. Su tía Paulina, quien lo acogió, cuando niño aún, quedó huérfano de madre. Los hijos de Paulina, Irena y Modest, con quienes se crió, como si fueran sus hermanos. Y avanzando hacia el pasado, el punto en el que se unen ambas familias. Los dos hermanos, su abuelo Fabian, a quien ya mencionamos y Tytus, el bisabuelo de Teodora.
Extraña novela, cuyo final no me esperaba. Desde un inicio se insiste en que Teodora proviene de una familia de suicidas. Que su madre, Celina, se suicidó disparándose a través del camisón de dormir de su marido. (- ¿Qué habrá sido del camisón? - se preguntará luego Pía, hermana de Piotr, en alguna conversación familiar). Que su abuela Klara se envenenó en un baile, desesperada, porque siendo casada, estaba en amores con el cruel y legendario Hubert. Que tanto Teodora, como su hermana Hortensja, ya habían tenido antes intentos de suicidio. Como vemos, el suicidio es un tema recurrente en la novela. Otra historia que siempre se menciona es la del hombre que se suicidó en la habitación de Irena, porque supuestamente, estaba enamorado de ella. Pero jamás se lo dijo y ella ni siquiera se lo imaginaba. Todas estas personas eran tan impacientes, que salieron al encuentro de la muerte, en vez de esperar, a que ésta venga por ellos. El lector sigue pues atentamente los pasos, que cree, conducirán a Teodora también al suicidio. Y sin embargo, aparentemente, pues no hubo testigos, quien mata a Teodora es Jakub, y luego es él mismo quien se pega un tiro. Lo hace desesperado, después de enterarse, que ella se ha enamorado de otro, a quien conoció, cómo no, en Wieksznia.
Ficha bibliográfica:
Zofia Nałkowska: „Los impacientes” (Niecierpliwi)
Varsovia, Editorial Czytelnik, 1958
Número de páginas: 270
Idioma: Polaco
Idioma: Polaco
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