Está será una breve reseña de “Virion. El espadachín”, cuarto tomo de la novela “Virion” de Andrzej Ziemiański, la cual forma parte de la serie “El Imperio de Acaya”. Sugerimos al lector leer primero las reseñas del primer, segundo y tercer tomo de la misma, para facilitar la comprensión del texto.
Luego de partir de la ciudad de Vyreth, Virion, Niki, Kila, Anai y Horech continuaron su camino. Con el negocio de la heroína que habían armado estando en la ciudad, tenían suficiente dinero para solventar el viaje. Pero seguían estando fuera de la ley, lo que les dificultaría y tal vez incluso impediría llevar a cabo la travesía.
La solución llegó por el lado más inesperado. Kila conoció casualmente a una familia principesca, la cual disponía de un salvoconducto, que le permitía cruzar sin control alguno todos los reinos que se encontraban en el camino a Troy, lugar final de su destino. Sin embargo, no disponían de los fondos necesarios. Necesitaban aliarse con alguien que les financiara el viaje, a cambio de la impunidad que otorgaría al grupo entero el salvoconducto referido.
Viendo que Winne, la matriarca de la familia principesca, estaba muy preocupada por la condición social de la gente que le financiaría el viaje, ya que no quería mezclarse con la chusma, el grupo de Virion ideó una estratagema. Kila, presentó pues a Virion, como a un joven de buena familia. Cosa que además no dejaba de ser cierta, pues éste había recibido una educación esmerada en Mygarth, su ciudad natal. Niki fue presentada como hermana de Virion. Horech, como el patriarca familiar, que andaba ya un tanto senil; se le llenó la jarra de vodka, diciendo que era un medicamento que debía tener todo el tiempo a la mano. En cuanto a Anai y Kila, fueron presentados como los sirvientes de Virion y su familia.
La matriarca se dejó convencer y partieron. Los tres miembros de la familiar principesca eran Winne, su esposo Komo y la hija de ambos, Natrija. Era ésta una hermosa adolescente que embelesada seguía a Virion con sus tremendos ojazos.
Durante los primeros días del viaje, Winne trató de hacer algunas averiguaciones adicionales, pues le parecía dudoso el origen social del grupo. Al percatarse de eso y viendo la ascendencia que Natrija tenía sobre sus padres, Niki sugirió a Virion que seduzca a la chica, diciéndole no tener celos de las hembras humanas, sólo de las de su propia sangre, vale decir las espectros. Al principio éste se negó, pero luego siguió la sugerencia de Niki, logrando que Natrija se enamorara cada vez más de él. Winne y Komo no interferían, pues Virion era un buen partido.
Cierta noche oscura, en el reino de Keddelwach los cogió una lluvia torrencial, ante la cual no tenían donde refugiarse. Así fue como, siguiendo el rumbo que trazaba Niki, quien se movía con toda soltura en medio de la oscuridad, llegaron a unas ruinas abandonadas.
En las ruinas reinaba la espectro Doña Espejismo. Parecía una mujer de mediana edad. ¿Cuántos años podría tener? ¿Quinientos? Luego de que el resto del grupo se fuera a descansar, Niki y Doña Espejismo se reconocieron. Primero olfateándose y luego lamiéndose mutuamente. ¿Qué información se transmitirían las espectros de esa manera? - se preguntaba siempre Virion. „¿Era acaso posible que los ancestros de Niki procedieran de algún felino? Poco probable. Los gatos, perros, pájaros y animales en general, evitaban evidentemente la compañía de su esposa. (…) Jamás vio a un perro que se acercara lo suficiente como para olfatear los pies de Niki, ni a un gato que se atreviera a subirse sobre sus rodillas. Los pájaros se iban volando de las ramas, a las cuales ella se acercaba”. *
Luego Doña Espejismo lo puso al tanto de la gravedad de la situación por la que atravesaban los espectros, en relación a la Orden. Desde tiempos inmemoriales las espectros armaban una gran cruz de fuego, que atravesaba reinos y países.
„- Ninguna de nosotras recuerda desde cuándo.” - dijo Doña Espejismo.
„- Digamos que desde siempre”. ** - le respondió Virion.
Lo hacían cuando aparecían determinados signos en el Cielo. La Orden siempre trató, aunque sin éxito, de impedir que lo hicieran. Pero recién esta vez habían logrado impedirlo. ¿Cómo lo lograron?
„- La Orden logra sacar información de un espectro muerto” - dijo Doña Espejismo - „No tengo ni idea de cómo lo hacen. Pero lo hacen”. ***
Mientras tanto, en la ciudad de Syrinx, Nerva convocó a Taida para hablar sobre Luna. Ésta, gracias a las instrucciones del manual escrito por el médico del padre de Virion, se iba reponiendo rápidamente. Pero faltaba aún curar su mano, para que pudiera volver a hacer magia con la misma, puesto que Taida necesitaba una maga de confianza.
Pero lo que más le preocupaba a Nerva era la reinserción social de Luna. Una maga, lo más alto en la escala social del Imperio, no podía ser una esclava. Y una esclava, lo más bajo en esa misma escala, no podía ser una maga. Y Luna jamás dejaría de ser una esclava, pues tenía el tatuaje que lo indicaba, marcado en la nalga. Ni tampoco dejaría de ser una maga, pues el conocimiento adquirido le quedaba de por vida.
Era pues maga y esclava a la vez. Y tan sólo eso podía ser motivo de un atentado contra su persona. Además Luna había sido declarada muerta y sus bienes estaban por ser rematados públicamente. Nerva sugirió pues que Taida comprara a Luna como su propiedad, cosa que ésta hizo a la brevedad posible.
Nerva sugirió además que fuera Nabel, maga procedente del lejano reino de Nimmeth, quien se ocupara de curar la mano de Luna. ¿Pero cómo hacer para que Taida y Nabel se encontraran sin levantar sospechas? Lo hicieron en el así llamado, „baile de disfraces”, evento organizado de vez en cuando por el Castillo, vale decir el Servicio de Inteligencia del Imperio, al cual los agentes iban enmascarados.
En cuanto Taida y Daazy llegaron a la habitación en la que los esperaba Nabel, se quitaron las máscaras. La maga era ya un tanto mayor. „Se percibía en ella a una gran dama, acostumbrada a moverse en los círculos más altos de su reino”. ****
Nabel se sentía absolutamente segura de poder curar la mano de Luna. Pero dijo estar preocupada por su salud mental. Porque caer desde la cúspide al fondo mismo de la escala social era una experiencia única. No cualquiera era capaz de resistirlo. Aconsejó a Taida tratarla como esclava y no como amiga.
A partir de esa conversación Taida y su asistente se enteraron que Nabel alguna vez fue contratada por la Orden para identificar a cuatro jóvenes de la ciudad de Mygarth. Estos chicos debían ser sensibles, inteligentes y talentosos. „Pero era asimismo una condición que ese talento no se manifestara demasiado pronto. Otra característica muy importante era también la imprevisibilidad”. *****
Los jóvenes identificados fueron: Nelfi, quien procedía de una familia acomodada. Tenía pesadillas y acabó tirándose de un puente peatonal. Stynus, quien procedía de una familia medianamente acomodada. Éste se suicidó lanzándose de las ruinas de una torre. El tercer joven procedía de una familia humilde y se mató tirándose de un puente. El último joven era Virion. También llegó a lanzarse de un puente, pero lo salvó la anciana que lo condujo donde Niki.
¿Pero por qué los jóvenes debían proceder justamente de Myghart? Los miembros de la Orden le mostraron cierta vez a Mabel un mapa del mundo, en el que se notaba claramente que la prolongación de uno de los brazos de la gigantesca cruz de fuego que armaban las espectros iba a dar precisamente allí.
Nabel renunció cuando la Orden le solicitó que trabajara con Aquellos que corren tras los sueños. Secta, cuya actividad había quedado prohibida hacía muchos años, en el Imperio de Luan. Nabel dijo haber renunciado, pues quería dormir tranquila, sin que los cargos de conciencia se lo impidieran.
Finalmente llegó el día en que Luna fue dada de alta y Taida fue a recogerla. Siguiendo el consejo de Nabel, estableció una relación jerárquica desde un inicio. Llegando a su casa, de donde había expulsado a todos sus sirvientes, temiendo que se percataran de algo extraño en su relación con Luna, le dijo a ésta que no tenía que decirle „ama” puertas adentro. Pero Luna se negó a ello diciendo, que era mejor hacerlo por la seguridad de ambas.
Taida se quedó admirada de las habilidades de Nabel para curar la mano de Luna. Se quedó asombrada también de la resistencia psíquica de ésta, quien asumió su papel, como si no hubiera pasado nada. Al día siguiente, al regresar a casa, Taida y Daazy, quien la acompañaba, se dieron con la sorpresa de encontrar la casa impecable y un delicioso almuerzo ya listo. Luna solita había hecho el trabajo mejor que los sirvientes anteriores.
A pesar de que estaba prohibido, Taida había sacado del Castillo algunos documentos confidenciales y los había dejado en casa, para que Luna los leyera. Daazy le preguntó susurrando, con qué finalidad lo había hecho.
„- Quería que se entere que la Orden también estuvo involucrada en su aprisionamiento. O que, en cualquier caso, sabía de su destino y no hizo nada para cambiarlo”. ****** - le respondió, también susurrando, Taida.
De esa manera quería despertar en ella el odio contra la Orden. Aunque Daazy sospechaba que el principal enemigo de Luna, no era la Orden, sino el Imperio.
Taida le firmó a Luna un documento a nombre de la procuraduría, que la autorizaba a movilizarse por toda la ciudad. Lo primero que hizo ésta al día siguiente, fue ir a hacerle una visita a su financista Ampelos. Caminando por la calle como esclava doméstica, Luna se percató de la ventaja de ser invisible. Porque los esclavos eran invisibles a los ojos de los demás.
Luego de ponerse al día respecto al tema de sus finanzas, Luna le mostró a Ampelos el documento firmado por Taida. De paso le dijo que le había contado a su ama de todos los malabares económicos, no siempre legales, en los que él estaba metido. Lo hizo como advertencia, para que Ampelos no pretendiera hacerle alguna jugarreta, como por ejemplo, quedarse con el dinero que ella le había entregado alguna vez.
Sabiendo que sus bienes estaban a punto de ser rematados, Luna le encargó a Ampelos que se presentara como su testaferro, encargándole comprar una lista de objetos que se hallaban en su casa, así como el establo, debajo del cual había una toma de agua. Le pidió también que comprara a todos sus antiguos esclavos a nombre de otra persona.
Luego Luna empezó a tramar la venganza. Taida aceptó que formara a un grupo de esclavos, como agentes de inteligencia, valiéndose de éstos que eran invisibles a los ojos de los demás. Luna le encargó pues a Ampelos que comprara además treinta jóvenes esclavos, hombres y mujeres, los más hábiles e inteligentes que encontrara.
Unos días después Luna guió una barca con sus antiguos esclavos encadenados a ella al centro de un reservorio. Allí la hundió, de tal manera que todos se ahogaron, mientras ella regresó nadando a la orilla. „¿Es que la locura puede pasar de madre a hija?” ******* - se preguntaba Ampelos, recordando los rumores que decían que la madre de Luna acabó en un asilo para dementes.
En la orilla la esperaban Ampelos y el grupo de esclavos nuevos, que éste había comprado en base a las indicaciones de Luna. Esta les dijo que se ciñeran a todas sus indicaciones, pues la escena que habían presenciado debía servirles de escarmiento. Luego, sabiendo que tenían poco tiempo, empezó a capacitarlos.
Mientras tanto Virion y sus amigos, a quienes se había sumado Doña Espejismo, lograron salir del reino de Keddelwach y llegar al de Troy. Les llamaba la atención de que pudieran hacerlo tranquilamente, sin que la Orden, la cual tenía mucho poder en Keddelwach, les pisara los talones. Llegaron a dudar incluso de la lealtad de Doña Espejismo para con su propia especie, sospechando que pudo haberse vendido a la Orden. Era evidente que les facilitaban el paso, para poder capturar a alguien, pero no sabían a quién.
„- No es a mi a quien quieren capturar - sugirió Niki - Yo recién he despertado. No sé nada. No tengo ni idea de los rituales, ni de la historia, ni de cosas importantes”. ********
Horech estuvo de acuerdo con ella, diciendo que Niki era tan sólo un anzuelo para capturar a alguien más importante.
En eso divisaron a un personaje que los estaba esperando a la vera del camino. Niki lo percibió desde lejos por el olfato, diciéndole a su marido que sentía que éste quería hablar con él. El hombre, de entre cincuenta y sesenta años, se presentó como Gerd. Dijo ser amigo de un espectro varón, quien estaba deseoso de conocer a Virion. Pero quien a diferencia de las espectros hembras, no podía mostrarse. Y que seguramente le explicaría muchos asuntos, que no había logrado explicarle su esposa. Mientras tanto Gerd se ofreció a responder a sus preguntas. Virion le preguntó por Doña Espejismo. Gerd se rió diciendo que podía ser un tanto bruta, pero no traidora. Luego hablaron de Aquellos que corren tras las sueños. Fue Gerd quien le dijo, que fueron ellos quienes condujeron a Virion a lanzarse del puente. La finalidad de la Orden, la cual estaba detrás de todo, era dar con la espectro, que había de prender el fuego cerca a Mygarth. Gerd consideró como muy inteligente la idea de Virion de aliarse con el Imperio contra la Orden. Le comunicó que la espectro Doña Nadie había encontrado a Luna y la había entregado, muy hábilmente, en manos de Taida. Finalmente le dijo que el delegado especial de La Orden, quien había llegado a Troy a poner orden en el tema de los espectros, se llamaba Rein Kasbah.
„- ¿Tiene dos nombres?” - preguntó Virion, pues en su mundo no existía el concepto de apellido.
„- Uno. El apelativo Rein viene del nombre de la ciudad que el caballero Kasbah hizo quemar alguna vez en su totalidad”. ********* - fue la respuesta que le dio Gerd.
Mientras tanto Doña Nadie llegó a convencer a Taida, que le convenía aliarse con los espectros en contra de la Orden, la cual si accedía a los secretos de los espectros se empoderaría demasiado. Y es que la labor de Taida era la de mantener el equilibrio de fuerzas en el Imperio. Le dio también una pista sobre la posible participación de la Orden en el asesinato de los padres de Virion. Fue en una tienda de campaña, donde se reunieron clandestinamente „las dos mujeres más poderosas del Imperio”. **********
Doña Nadie le comentó que los espectros estaban pensando en trasladarse a una tierra recién descubierta, concluyendo: „- ¿A otro continente? Así es. No podemos ir más allá, pero créeme, no necesitamos de vuestra civilización para nada. No somos parte de ella. Nosotros sólo los imitamos”. ***********
Gracias a la labor realizada por Luna y su grupo de inteligencia, el sacerdote Nabotar, el mayor experto en el tema de los espectros en el Imperio, pudo ser interrogado por Daazy. Admitió saber que lo que más le interesaba a la Orden era conocer como hacían las espectros para mimetizarse y simular ser mujeres humanas. Ya que de acceder a ese conocimiento, podrían sustituir a personajes claves en la administración del Imperio, reemplazándolos con su propia gente.
Taida ordenó destruir la empalizada que los miembros de la Orden habían construido en torno a las ruinas que quedaban cerca a la cascada y enviar a Syrinx los objetos interesantes que encontraran allí. Ordenó también reabrir el caso de Virion en Mygarth, encargándole el tema a Giron. Éste llegó a la prefectura de la ciudad, acompañado de Filas, torturador en retiro, conocido perfectamente por los lugareños.
Durante los interrogatorios el Jefe de la cárcel de Mygarth confesó que la Orden lo había chantajeado, amenazándolo con enviar a Aquel que corre tras los sueños tras su hija. Sabía pues que la Orden estuvo detrás de la muerte de los tres jóvenes, queriendo provocar también la de Virion. Sabía asimismo que fueron miembros de la Orden, quienes asesinaron a los padres de Virion, así como a sus guardas y a todos los esclavos que se encontraban en la casa. A los padres, porque el padre de Virion estaba sospechando algo, y a los demás para no dejar ni un testigo vivo. Luego tiraron el tesoro a un lugar inhallable, ya que igual su reglamento no les permitía poseer dinero. A cargo del operativo estuvo Rein Kasbah.
Después de haberlo confesado todo el Jefe de la cárcel aceptó que Filas lo ahogue con una almohada, para morir, siendo aún inocente ante la ley. De esa manera esperaba proteger a su esposa y a su hija. Pues de morir como traidor, sus bienes serían confiscados y ambas se quedarían sin medios de vida.
Cierta noche en Syrinx, la cama de Taida amaneció atravesada de flechas. Ella se salvó, pues en ese momento se encontraba con Luna un piso más abajo. A los pocos días Doña Nadie le hizo llegar una lista con los nombres de todos los miembros de la Orden que participaron en el atentado. Luna movilizó entonces a su red, con la anuencia de Taida. Misteriosamente, poco tiempo después, las cabezas de todos ellos aparecieron una mañana en la oficina de Vaterio, representante de la Orden ante el Palacio Imperial.
En cuanto a Virion, llegó finalmente a encontrarse con el espectro. Como los varones de su especie no poseían la capacidad de mimetizarse como las mujeres, Virion ni siquiera llegó a verle la cara, pues el personaje estaba cubierto de pies a cabeza con una tela negra. El encuentro fue en la parte trasera de un almacén, en un lugar oscuro.
Virion le preguntó por Niki, quien se sentía cada vez peor. A lo que el espectro le respondió:
„- Caerá en un estado similar a la catalepsia. Deberá estar entonces sola y no podrás verla. En su cuerpo deberán reconstruirse ciertos mecanismos. Y su mente se unirá con la mente común de nuestros ancestros. (…) Pero no sé como explicarlo, porque en el lenguaje humano no existen las palabras adecuadas”. ************
Le dijo luego que el tiempo de su retiro podía durar hasta medio año. Y al percibir la tristeza de Virion, añadió:
„- Recuerda que independientemente de lo que suceda, Niki te encontrará aunque sea en el fin del mundo. Están unidos. Ningún obstáculo logrará frenar a una espectro enamorada y Niki es la única persona del mundo que te ama incondicionalmente”. *************
Hablaron luego del origen de los espectros, de la cruz de fuego que éstos prendían cíclicamente y de la guerra que les había declarado la Orden. El espectro agradeció encarecidamente el apoyo dado por Virion en esa guerra.
Taida le hizo saber a Nerva que estaba acongojada por haber perseguido injustamente a Virion, siendo éste inocente. Al día siguiente por la mañana llegó a casa de Taida la Primera Concubina del Emperador. A través de ella, el gobernante resolvía casos que no podía resolver oficialmente. Siendo una esclava aparentemente no era nadie. Pero a su vez todos sabían que era la quinta persona en importancia en el Imperio. Y eso, a pesar de que los „reglamentos prohibían el amor físico con los esclavos. Y es que la condición de los niños, nacidos eventualmente de esas uniones sería difícil de definir. ¿Medio esclavo? ¿Medio ciudadano? No existía nada similar. ¿Pero el Emperador? Él estaba por encima de la ley”. **************
Lo primero que comunicó la concubina fue que el Emperador, considerando la preocupación de Taida, decidió indultar a Virion. En cuanto a Luna, ni siquiera el Emperador tenía la potestad de liberar a una esclava. Así que le hizo llegar un salvoconducto, que le permitiría circular en una nave, libre del control de las fuerzas imperiales.
Luego la concubina pidió quedarse a solas con Taida. Entonces le pidió en un susurro que quemara toda la documentación referente a los espectros. A Taida, por más que no entendiera el porqué, no le quedó otra opción que acatar la orden del Emperador.
„- Y ahora el premio” - dijo la concubina, dándole un beso en la frente „- El Emperador te nombra segundo suplente de Nerva. Con eso acabas de entrar a formar parte de la élite gobernante de este país, querida”. ***************
En cuanto a Virion, de golpe, luego de lo que pareciera ser toda una vida, quedó completamente solo. Niki desapareció, guiada por las espectros que la llevarían a su lugar de retiro. Anai partió a buscar suerte en el Imperio de Luan, del que era ciudadano. Kila abordó un barco que lo llevaría directamente a la Tiranía Symm, pues quería saber si su madre aún estaba viva. Natrija, partió a buscarse la vida por su cuenta, luego de que miembros de la Orden torturaran a sus padres hasta la muerte. Las enseñanzas de Virion le habían servido al punto de poder defenderse y fugar de la sede de la Orden en Troy y se sentía lista para enfrentar la vida por su cuenta. Horech estaba hospitalizado, luego de que Rein Kasbah lo atacara en ausencia de Virion, dejándolo mortalmente herido.
Siguiendo el consejo de Horech y de alguna de las espectros, Virion alquiló medio piso en un burdel de Troy. Pero sufría, pues ninguna mujer era capaz de sustituir a Niki. Y fue allí donde fue a buscarlo Rein Kasbah, acompañado de veinte hombres armados. Virion mató a todos, dejando la ejecución de Rein Kasbah a Lia, la mujer que lo acompañaba. Finalmente había saldado la deuda para con quien dirigiera el asesinato de sus padres.
Al día siguiente, mientras bebía en una cantina, llegó un mensajero, trayéndole el indulto firmado por el Emperador. Virion quedaba al fin libre de culpa ante la ley.
* Andrzej Ziemiański, „Virion. El espadachín”, p. 149
** Op. cit., p. 151
*** Op. cit., p. 153
**** Op. cit., p. 43
***** Op. cit., p. 64
****** Op. cit., p. 144
******* Op. cit., p. 224
******** Op. cit., p. 214
********* Op. cit., p. 267
********** Op. cit., p. 386
*********** Op. cit., p. 389
************ Op. cit., p. 565
************* Op. cit., p. 566
************** Op. cit., Pp. 155 - 156
*************** Op. cit., p. 581
Traducción: Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Ficha bibliográfica:
Andrzej Ziemiański: „Virion. El espadachín” (Virion. Szermierz)
Serie: „El Imperio de Acaya” (Imperium Achai)
Lublin - Varsovia, Editorial Fabryka Słów, 2019
Número de páginas: 640
Idioma: Polaco