Si pudiéramos reseñar la poesía, ésta no sería poesía, sino prosa. Podemos describir un poema, hablando de su rima, su ritmo y su cadencia. Pero lo esencial del mismo está entre líneas. Y este principio universal se aplica también a la poesía de Gabriela Cuba Espinoza. Poesía, que con un verso sobrio, toca temas variados y múltiples, muchos de los cuales se entrecruzan en varios de sus poemas.
Un tema recurrente en su quehacer poético es el de la vida y la muerte entrelazadas. Muerte y vida como dos caras de la misma moneda. O, dicho de otra manera, la muerte como parte de la vida. El transcurrir del tiempo y la brevedad de la vida en su paso hacia la muerte. La muerte presente incluso en los poemas amorosos, como cuando nos dice en „Susurros al alba”:
La piel es un campo de batalla
Y morimos en cada contienda.
La muerte como liberación y olvido, como cuando nos dice en „El baúl de ébano”, que su abuela:
Ahora duerme entre finos lienzos
Sin memoria y sin heridas.
Pero así como hay un anhelo, hay también un temor ante la muerte. Temor ligado a la angustia existencial, cuando la poetisa se pregunta porqué y para qué estamos aquí. Hay pues también varios poemas de corte filosófico.
Las almas, sombras, monstruos y espectros pueblan las páginas de este libro. Y porqué no, también los duendes. En el poema „Sobre las nubes” nos dice:
Sabías que hay montañas en el cielo
Que las nubes se persiguen incansables
Donde habitan unos duendes misteriosos
Navegando sobre el río de los sueños…
Y es que todos estos seres están ligados al mundo de los sueños, el cual en muchos de estos versos, pareciera tener más presencia que la realidad de la vigilia.
Otro tema recurrente es el de la compenetración con la naturaleza. El paisaje andino está presente en tales poemas como „Flor andina”, „Atardecer serrano” o „Pueblo andino”. Se utiliza allí vocablos como: aymara, chakitaqlla, puna o ichu, comprensibles casi tan sólo en nuestras latitudes. Recordemos que la autora ha vivido diez años en el Cusco, donde pertenecía a un círculo de caminantes, con el cual recorría la campiña y los pueblos aledaños.
Pero su compenetración con la naturaleza no se limita tan sólo al paisaje andino, pues tenemos el poema „La vendimia”, donde la autora nos habla de Galicia, región española en la que vivió varios años. Pareciera que el poema „Semillas” alude también al paisaje andino, pues nos habla de campos:
Acunados entre viejas montañas
Pero no necesariamente es así, pues el mundo está poblado de valles y viejas montañas; y la autora ha tenido una vida variada y cosmopolita. En „Pueblo viejo” tenemos un pueblo que simboliza cualquier pueblo del mundo. Y tan sólo por este verso:
Por calles donde camina el cierzo
sabemos que se trata de un pueblo al norte de España, lugar por donde sopla ese tipo de viento.
El cantar a la naturaleza, no la hace necesariamente benigna. En „Mirando al mar”, la autora nos dice:
Y mi cuerpo se estremece en silencio
Al sentir el vacío… en una gota de mar.
Y es que el vacío, tanto como la angustia existencial y el hastío de la vida, son temas recurrentes en su poesía. El amor, la soledad, el deseo, son también temas que se repiten, muchas veces, como ya dijimos, entrelazados con el tema de la muerte.
Otro tema es el del interjuego entre el silencio y la palabra. El anhelo del silencio, a pesar de que la herramienta del poeta es la palabra. En el poema „Las palabras te desnudan”, se habla de las palabras como armas que te desarman. Podríamos decir que este poema viene a ser como el Ars poetica personal de la poetisa.
La preocupación social es otro tema recurrente en este libro. La preocupación social entrelazada con la historia. Y porqué no, también con la esclavitud, como en el caso del poema „Caña brava”. La preocupación por la ecología del planeta se manifiesta en el poema „Nacimiento”. En „Cuando se junten las aguas”, la autora se identifica con todas las mujeres del mundo, independientemente de su procedencia.
Resumiendo diremos que se trata de un libro, atravesado por múltiples temas, muchos de ellos, ligados desde hace siglos al quehacer poético. Escrito con un verso sobrio y puro, cuya lectura recomendamos a todos los amantes de este género.
Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Palabras preliminares al poemario "Sentidos" de Gabriela Cuba Espinoza
Lima, Yaku Editores, 2020
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