me acerco al río,
mi río en crecida,
gris-verde, burbujeante y altivo.
con limo, remolinos, piel, chapitas.
y vuelven esos sueños cada noche:
de aguas trepidantes, ya en la nuca,
y puentes infinitos, sin salida.
así que vivo junto al río...
retumba la campana escondida.
¿la recuerdas?
érase una invasión tártara,
ellos huían. oh, cruzar
al monasterio a la otra orilla.
pero no hubo milagro,
no quiso abrirse el agua,
y en el fondo del Vístula
hoy descansan cazador y presa
y su corazón acelerado...
y la campana quebrada los
recuerda y acompaña.
anoto en un papel
sus nombres idos.
los sueños no se van.
y vuelvo al
río.
Alhelí Málaga
Del poemario: „Paradero desierto” vol. I
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