
Al
inicio de cada Era precesional se ataca, conforme a la ley del
péndulo, todos los valores de la Era anterior. Estamos al inicio de
la Era de Acuario y se ataca todo aquello que simboliza Piscis: el
encierro, los claustros, la oración, la fe sin fundamento lógico,
el contacto con los ángeles... Y eso afecta directamente a
quienes somos nativos de Piscis o lo tenemos en el Ascendente. Como si fuéramos seres anómalos sin derecho a vivir en este mundo. Pero
como dijera el arquitecto de la Matrix, la anomalía también es
parte del sistema.