viernes, 29 de junio de 2018

Sobre la novela "Evna" de Siri Pettersen

Esta será una breve reseña de la novela "Evna" de Siri Pettersen, la tercera y última de la saga "Los anillos del cuervo"
Al igual que en "La putrefacción", la segunda novela de la saga, que comentamos anteriormenteHirka, luego de haber atravesado el umbral entre los mundos, se encuentra de pronto en un universo extraño, cuyas reglas absolutamente desconoce. Con la salvedad de que aquí sí hay alguien que ha venido a recibirla al lugar adonde llega. Se trata de la umpiri Skerri, quien tiene el encargo de saludarla y de propiciar que aprenda los rudimentos del idioma y las costumbres del lugar durante la travesía de varios días hacia Ginnungad, la capital de ese mundo.  Para ello llega al segundo día la lingüista Oni, políglota por naturaleza, a quien dos años atrás habían encargado que aprendiera la lengua de Ym. Ahora entiende el porqué. 
Se trata de una sociedad, rígidamente dividida en castas, cuya jerarquía vamos conociendo parcialmente a través de los ojos de Hirka. La casta más alta es la de los dreyri, los de la primera sangre, a la que Hirka pertenece. Esta casta está conformada por varias casas familiares de jerarquía mutable entre sí, como veremos más adelante. Y estos linajes son las que conforman el Concejo que gobierna Dreysíl, el mundo de los umpiri. Hirka pertenece a la Casa de Modrasme.
Están los sirvientes, a cuya casta pertenece Oni. Están los miserables que no tienen casa. Y muchos grupos intermedios más.
Y está el grupo social más bajo, el de los kwessar, los caídos, quienes llevan una señal marcada en la frente. Uno de ellos es Keskolail, a quien Hirka salva de la muerte y de quien se hace amiga. Y se les llama caídos, porque no lo son de nacimiento, sino porque han caído a ese estado por un delito cometido. Con la salvedad de que la palabra "delito" tiene una acepción bastante particular entre los umpiri.
En Dreysíl están además los Videntes. No uno, sino varios, a diferencia de Ym. Uno de ellos, ser extraño, semiumpiri y semicuervo, se convierte en el maestro de Hirka.
Llegando a Ginnungad, ciudad situada en el cráter de un volcán, Hirka conoce a su familia.  A su abuelo Raun, a su abuela Uhere, a Modrasme, la matriarca del clan, quien tiene ya más de tres mil años, y a algunos parientes más. Quien más se alegra de su llegada es el abuelo, feliz de tener a quien transmitirle sus conocimientos, por ejemplo, respecto a la lucha con palos, deporte practicado con asiduidad por los umpiri. A través de él, Hirka se entera, de que Skerri fue novia de su padre, Graal. Que parecían estar hechos el uno para el otro, y que después de que Graal quedara desterrado de por siempre en el mundo de los humanos, Skerri no estuvo ya con nadie más. La existencia misma de Hirka le duele en lo más profundo del ser, pues es la prueba palpable de que en cambio, Graal sí estuvo con alguna hermosa humana. Es por eso que la maltrata y la insulta, llamándola despectivamente gweni, nombre con el cual los umpiri designan a todas las hembras no umpiri del universo, sean éstas humanas, aetling o animales. El abuelo también está feliz, porque Hirka resarce a la familia, la cual había caído en la ignominia, al tener a un hijo traidor - Naiell, un hijo desterrado - Graal, y ningún descendiente más. Y es que los umpiri tienen mucha dificultad para concebir. 
El clan de los Modrasme ha esperado pacientemente mil años, hasta la llegada de Hirka y su presentación a la Casa de Hod, para poder volver a remontar. Ella, desde su llegada, ha sido instruida para presentarse como Hirka, hija de Graal, hijo de Raun de la Casa de Modrasme, la trigésimo tercera, y como tal, es aceptada por la Casa de Hod. En consecuencia la Casa de Modrasme asciende a ser la séptima en jerarquía en el Concejo de los umpiri
Y eso que Hirka es tan sólo medio umpiri, lo cual se nota en su aspecto de humana. No tiene garras, sus caninos no son tan filudos ni sobresalen, y sus ojos tienen iris y pupila, no son una masa blanca o negra como los de los umpiri, lo cual hizo que los aetling les pusieran el sobrenombre de ciegos. Físicamente ha heredado tan sólo el color rojizo del cabello de su abuelo Raun. Pero tiene otras capacidades, como la de reconocer los tipos de seres con el olfato, o saber de antemano si alguien morirá o no. Y su sangre, como ya comentamos anteriormente, tiene poder curativo.
Simultáneamente nos vamos enterando, de lo que mientras tanto sucede en las comarcas de Ym, vale decir, en el mundo de los aetling. Garm Darkdaggar, uno de los miembros del Concejo, hace asesinar a sus opositores y envenena al grupo de guerreros, llamado las Sombras Oscuras. Sin embargo, cuarenta de ellos sobreviven. Uno de los sobrevivientes es Rime, el amado de Hirka, quien se hace cargo del grupo, reemplazando a Orja, quien murió envenenada.
Hacia el final de la novela, Hirka atraviesa el portal que divide ambos mundos, liderando a los umpiri, quienes en alianza con Rime y Eirik, se enfrentan y derrotan a Garm Darkdaggar, el usurpador. Eirik es el rey de la Corte de Cuervos en las comarcas de Ym. A cambio Eirik permite que los kwessar y los sin casa habiten en sus tierras como seres libres. Así que la profecía de la primera novela de la saga se cumple. Hirka, la hija de Odín, ha abierto las puertas para que los nárbyrn, umpiri o ciegos a la tierra, entren a las comarcas de Ym. Pero éstos ya dejaron de ser ciegos. Hirka ha logrado curar los ramales de Evna, la energía primordial, que ahora llega hasta Dreysíl, y que los umpiri desde hacía mil años, esperaban recuperar. 
Hirka ya conoce los tres mundos, el de los humanos, los aetling y los umpiri. Pero gracias a un mapa de los mundos, del que se hizo poseedora, sabe que hay muchos mundos más. Sabe también, que por su naturaleza, será siempre ajena a cualquiera de estos mismos. Sabe que su destino es estar en continuo movimiento entre los mundos, llevando lo mejor de un mundo a otro. Y como además, ha logrado la capacidad de convertirse en cuervo y de luego, retomar su forma humana, puede pasar desapercibida con mayor facilidad.
La novela finaliza con Hirka, acompañada de Rime, lanzándose al espacio entre los mundos.

Isabel Sabogal Dunin-Borkowski

Ficha bibliográfica:
Siri Pettersen: "Evna"

Saga: "Los anillos del cuervo" (Krucze pierścienie)
Traducción del noruego al polaco: Anna Krochmal y Robert Kędzierski
Poznań, Editorial Rebis, 2016

Número de páginas: 528

viernes, 15 de junio de 2018

Sobre la novela "La putrefacción" de Siri Pettersen

Reseñaremos aquí la novela "La putrefacción", segundo libro de la saga "Los anillos del cuervo" de Siri Pettersen. La novela "La hija de Odín", el primer libro de la misma, que comentamos en la entrada anterior, finalizó con Hirka, el personaje principal, cruzando el umbral hacia el mundo de los humanos, mundo al que supuestamente pertenece.
Es así como Hirka llega a la ciudad de York en Inglaterra, sin tener ni la más remota idea de adonde ha llegado. A un mundo poblado de carros, ascensores, teléfonos celulares, aviones y demás. Debe aprender para que sirven todas esas cosas, así como debe aprender el inglés, ya que allí nadie comprende el idioma de Ym, ni sabe siquiera de la existencia del mundo del que ha llegado. 
En medio de su incertidumbre la acoge el padre Brody, quien aunque sabe que no tiene ningún documento de identidad, se apiada de ella, y le permite refugiarse con Kuro, cuervo con el que Hirka cruzó el umbral, en los altos del campanario de la iglesia. Además le da una propina a cambio de trabajos menudos que Hirka hace para él, como lavar la vajilla y hacer las compras. Pronto aparece una mujer del servicio social a preguntar por ella y Hirka sabe que debe escapar. 
Pero antes de que lo logre aparecen otros seres que la buscan, quienes están a servicio de Graal, poderoso nárbyrn, que habita entre los humanos. Los ciegos o nárbyrn son llamados umpiri en su propio idioma. Umpiri significa aquel que habla la lengua verdadera. 
La trama se va complicando cada vez más. Aparece Stefan Bamore, joven humano, cazador de los siervos de estos seres, a los que él llama los olvidados. Resulta además que en el cuerpo de Kuro, habitaba Naiell, el así llamado vidente por los pobladores de Ym. Naiell es hermano de Grall, con quien había librado la guerra por las comarcas de Ym hacía mil años. Y es que los umpiri son quasi inmortales, mueren "jóvenes" sólo si alguien los mata, y empiezan a envejecer luego de miles de años de existencia. Ambos hermanos pertenecen a la casta de los dreyri. Dreyri significa los primeros o los de la primera sangre, pues estaban, antes que los demás seres, en el Universo. Y quienes, por eso mismo, desprecian a los demás. Tanto a los aetling y los humanos, cuya vida es efímera, como la de un insecto, que vive un solo día, como a los que, siendo de su Universo, no pertenecen a su casta. Tienen además una regla que nunca quiebran: un dreyri no mata directamente a otro dreyri
Hirka, Naiell y Stefan conforman un trío particular, enfrentando juntos las vicisitudes que se presentan en el camino. Hasta que Hirka se entera de que Graal es su padre y se entrevista personalmente con él. Hirka es pues una mezcla de humana y de umpiri, los dos seres más depreciables para los aetling, habitantes del mundo en el que se ha criado. Pero asimismo pertenece a la casta de los dreyri, y su sangre tiene poder curativo. Se entera también de que todo lo que le enseñaron sobre El vidente era mentira, quien lo único que quería era nutrirse de Evna, la energía de la tierra, para ser adorado como un dios por los habitantes de Ym.
La novela, al igual que la anterior, finaliza con Hirka cruzando el umbral entre dos mundos. Pero en este caso se trata del mundo de los humanos y el mundo de los umpiri. Lleva consigo en ofrenda el corazón de Naiell, quien por encargo de Graal, ha sido ajusticiado.
Ésta más que una reseña ha sido en realidad una pincelada, de un libro de más de quinientas páginas, con muchas otras historias entrelazadas en su trama, y cuya lectura recomendamos a los amantes de la literatura fantástica.

Ficha bibliográfica:
Siri Pettersen: "La putrefacción" (Zgnilizna)
Saga: "Los anillos del cuervo" (Krucze pierścienie)
Traducción del noruego al polaco: Anna Krochmal y Robert Kędzierski
Poznań, Editorial Rebis, 2016
Número de páginas: 527

jueves, 7 de junio de 2018

Sobre la novela "La hija de Odín" de Siri Pettersen

Presentamos aquí una reseña de la novela "La hija de Odín" de Siri Pettersen. Se trata de la primera parte de la trilogía „Los anillos del cuervo" de esta joven autora, ganadora de los premios literarios „Fabelprisen” y „Sproing” para autores debutantes en idioma noruego. 
Se trata de una novela extrañísima, enmarcada dentro de un universo alucinante. El personaje principal es Hirka, la „sin cola”, personaje singular en un mundo en el que los aetling, quienes pueblan esas tierras, tienen cola. Aparte de tener cola, todos ellos tienen la capacidad de captar a Evna, la energía de la tierra. Capacidad cuya magnitud se verifica en un ritual de mucha importancia, el que se realiza una vez al año y que comprende a los jóvenes que han cumplido los quince años, llamados allí los quince inviernos. Los humanos, llamados despectivamente embling, son considerados seres despreciables, tanto por no tener cola, como por no poder captar a Evna y llenarse de ella. Quien esté con un embling, se irá pudriendo por dentro, por lo que también son llamados la putrefacción. Pero son despreciables sobre todo, porque su presencia abre las puertas a los nárbyrn, los nacidos muertos, los ciegos a la tierra, llamados simplemente los ciegos. Sin embargo, tanto los humanos, como los ciegos, son más un mito que una realidad, porque desde hace mil años nadie los ha visto.
Cuando Hirka llega a la edad de presentarse al ritual, su padre le confiesa, que en realidad no es su padre. Que la halló de pocos días de nacida, abandonada encima de una piedra, en medio de la nieve. Que se apiadó de ella y le hizo una herida, imitando la huella de la mordedura de una bestia, en el coxis, para hacerle creer, tanto a ella, como a los demás, que había nacido con cola, pero que se la habían llevado los lobos. En memoria de eso Hirka lleva un diente lobuno colgado del cuello. Que por lo tanto no puede presentarse al ritual, pues si descubren que, siendo humana, no puede nutrirse de Evna, pueden incluso quemarla en la hoguera.
Este es tan sólo el comienzo de una novela de más de seiscientas páginas, en la que hay muchos elementos más. Como los cuervos, considerados como animales sagrados, pues fue un cuervo, llamado El vidente, el que hace mil años salvó a los aetling de la invasión de los ciegos, que acabarían destruyendo la vida en las once comarcas de Ym. Ya que ése es el nombre del mundo en el que vive Hirka. Como las Sombras Oscuras, brazo armado del poder, quienes asesinan sigilosamente a los enemigos de éste. Como Rime, joven perteneciente a uno de los doce linajes del Concejo que gobierna las once comarcas, quien está perdidamente enamorado de Hirka, así como ella de él. Pero ambos saben que su amor es un amor imposible, puesto que, como ya dijimos, quien llegue a llegue a tener relación carnal con un embling, se irá pudriendo por dentro.
Lo cierto es que, luego de mil años, los ciegos, crueles humanoides con garras en vez de manos, quienes matan sin dejar rastros de sangre, reaparecen. 
La novela finaliza con Hirka cruzando el portal de piedra que separa los dos mundos. El  mundo de Ym, único mundo que conoce, y el de los humanos, al que supuestamente pertenece.
He leído este libro en su traducción del noruego al polaco, y entiendo que ha sido traducido  a algunos idiomas más, entre ellos el portugués, pero no al castellano. En todo caso recomiendo su lectura a los amantes de la literatura fantástica que dominen alguno de los idiomas, al que ha sido traducido.

Ficha bibliográfica:
Siri Pettersen: "La hija de Odín" (Dziecko Odyna)

Saga: "Los anillos del cuervo" (Krucze pierścienie)
Traducción del noruego al polaco: Anna Krochmal y Robert Kędzierski
Poznań, Editorial Rebis, 2016

Número de páginas: 647