Si los hechos demuestran que sucedió algo que no debía suceder, eso significa, que antes pensábamos mal. Aquello no era imposible, por ende, hasta ahora nos equivocábamos. La conclusión es que debemos modificar nuestra manera de pensar y no discutir con los hechos.
Andrzej Ziemiański: "El monumento de la Emperatriz Acaya", tomo I
Traducción del polaco: Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
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