
Y sin embargo en la poesía de Hernán Hurtado no notamos esa devaluación de la palabra. Su verbo se presenta puro y prístino, como en los días anteriores al idioma. La alusión a lo andino es auténtica, está presente de por si, mostrando la raíz cultural y geográfica de la cual procede el poeta. Quienes hemos aprendido a amar y profundizar en lo andino a través de José María Arguedas asociamos siempre la figura del maestro con Apurímac, pero en especial con Abancay, lugar donde se desarrolla la trama de “Los ríos profundos” y de donde procede Hernán Hurtado. Nos resulta pues familiar la figura del Pachachaka, puente sobre el mundo, del cual también nos habla Hernán Hurtado en su poema: “La amistad aparente y la soledad interna”:
El sol tiende una manta de luz
sobre la pradera
Pachachaka baja de prisa
por las cascadas
Sus olas dejan frescos besos
sobre la arena
y los tiwtis
picotean
su sabor
Los árboles de las orillas
que se miran frente a frente
se abrazan y se besan
entre las aguas...
Y
YO
por el fondo
fluyo
silencioso
como lágrima solitaria....
Hay pues en su obra alusiones a la geografía andina, como en el poema mencionado, en la “Oda a Ch’uqikiraw”, en el poema “Porque mi canto no es mi canto” dedicado al río Apurímac, o en el poema “La garza”.
Hay también mucha alusión a la soledad, a la muerte y al dolor que nos produce la muerte de los seres queridos. Pero también a la belleza, al amor y a la poesía como en el poema “Mi casa es la poesía”:
Caminé por el mundo
y sólo hallé
puertas cerradas
Entonces forjé este verso
que te toca la puerta.
Presentado por Isabel Sabogal el 3 de febrero del 2005
Auditorio del ICPNA,
Av. Tullumayo, Cusco
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