domingo, 20 de septiembre de 2020

Sobre el relato "Los espíritus de Poveglia" de Andrzej Pilipiuk

En estos momentos, en los que todos hablan de pandemias y epidemias, no quiero quedarme atrás. Así que comentaré brevemente el relato „Los espíritus de Poveglia” del escritor polaco Andrzej Pilipiuk. La historia forma parte del libro “El amigo del hombre”, volumen once de la serie “Los mundos de Pilipiuk”. Debo aclarar que ningún libro de este autor, que yo sepa, ha sido traducido al castellano.


La trama del relato sucede en el año 1938 en Venecia. El personaje central de la historia es el Barquero, figura legendaria que se remonta a la gran epidemia de la peste negra, del año 1485; y a otra epidemia terrible, que devastó toda Italia, la peste de Milán del año 1629. En esa época los apestados, sus familias y toda persona que tuviera el mínimo síntoma de contagio, eran llevados a Poveglia, una de las islas de la laguna veneciana, a una muerte más que segura. Luego eran incinerados por los criminales, a quienes a cambio de eso, se les ofrecía la libertad y el indulto, en caso de que sobrevivieran. Los médicos que atendían a los enfermos, llevaban puesta una máscara en forma de la cabeza de un pájaro. Debajo del pico se zahumaban determinadas hierbas, a modo de protección. El Barquero, quien viene por las almas de los muertos, lleva la máscara de un ave, cual un galeno de esas épocas. Las almas que lo acompañan en la barca, van con los ojos cerrados. Dice la leyenda que hasta el día de hoy se escuchan en la isla maldita, los gritos y gemidos de los apestados y de todos aquellos que perdieron allí la vida.

Los escuchaban también los viajeros, quienes después de que acabara el tiempo de las pestes, permanecían durante el tiempo que duraba la cuarentena en la isla, antes de poder ingresar a la ciudad. (Comentario aparte. En comparación, ¿no está mal pasar la cuarentena en tu propia casa, verdad?)

Los escuchaban asimismo los enfermos mentales, luego de que la isla fuera convertida en un manicomio. Lugar donde otro personaje del relato, Antonio Knot, joven veneciano de origen polaco fuera internado, debido a las maniobras de su tío, quien quería quedarse con la herencia. En ese hospital, y ahora volvemos a la realidad histórica, se utilizó a los pacientes como conejillos de indias, practicando la lobotomía y trepanaciones craneales, en búsqueda de respuestas sobre la configuración del cerebro humano. Hasta que uno de los médicos, cosa que también se narra en el relato, se tiró del campanario. En el caso del relato, la cornisa del edificio cedió bajo los pies del galeno, cuando éste perseguía a Antonio, quien se negaba a ser operado. No sé si el nombre del doctor, Carlo Zeno, es auténtico, pero conociendo la minuciosidad con la que el autor trabaja sus fuentes, sospecho que sí. Demás está decir que abajo lo esperaban el Barquero, con su corte de espíritus. Seres que el doctor había considerado alucinaciones de los dementes y buen pretexto para intervenir sus cerebros.

La historia acaba bien, pues el joven Antonio es rescatado por el doctor Paweł Skórzewski, quien utilizó todas sus influencias para sacarlo de allí. Recordamos al lector que este médico polaco es un personaje frecuente en los relatos de Pilipiuk. Una persona buena, a diferencia de los galenos del manicomio. Y alguien que ha tenido que enfrentarse, más de una vez, al origen sobrenatural de las enfermedades…


Ficha bibliográfica:

Andrzej Pilipiuk: „Los espíritus de Poveglia” (Duchy Poveglii)

Libro: „El amigo del hombre” (Przyjaciel człowieka)

Serie: „Los mundos de Pilipiuk” (Światy Pilipiuka), volumen XI

Lublin - Varsovia, Editorial Fabryka Słów, 2020

Idioma: Polaco



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