martes, 8 de noviembre de 2022

Breve comentario a la novela "El amante japonés" de Isabel Allende

No puedo negar el hecho de ser admiradora de la pluma de Isabel Allende, cuyos textos me leo de un tirón. Prueba de ello son las dos citas de sus novelas, incluidas en este blog.

Es por eso que al leer sus sucesivos libros, me he pasado de largo algunos comentarios incluidos allí sobre la Segunda Guerra Mundial, según los cuales, los únicos malos en el conflicto eran los nazis, invisibilizando de esa manera las atrocidades cometidas por la Unión Soviética.

Hace poco he releído la novela „El amante japonés” de la referida autora. En medio de la trama Irina, uno de los personajes principales de la misma, se entera de los campos de reclusión forzada de japoneses en pleno desierto de Utah, durante la guerra. Y aquí va la cita: „Irina sólo había oído hablar de los campos de concentración de los alemanes en Europa (…)” *

No comentaría esta cita, si no fuera porque al día de hoy, octubre del 2022, nos encontramos en una guerra provocada por la Rusia de Putin, que es la continuación directa de la Rusia Soviética. Perdón, de la Unión Soviética. 

Y es que es imposible que una chica como Irina Bazili, criada en Moldavia, no supiera de los gulags, vale decir, los campos de concentración/ trabajos forzados en Siberia. Y lo digo por experiencia propia, pues he sido semicriada en la Polonia comunista. 

Aparte de que tampoco se puede meter en el mismo saco a los campos de reclusión forzada de los japoneses, por más atroces y contrarios a los derechos humanos que fueran, con los campos de concentración alemanes y soviéticos. Quienes deseen acceder a mayor información sobre estos últimos, pueden hallarla en este libro.


* Isabel Allende: „El amante japonés”, Pp. 129 - 130


Ficha bibliográfica:

Isabel Allende: „El amante japonés”

Nueva York, Vintage Español, 2016

ISBN: 978-1-101-97164-2 

Idioma: Español