miércoles, 18 de febrero de 2009

De vuelta a mi ciudad (tres)

Lo alucinante de Lima no es tan sólo su tamaño, sino el hecho de que tantos mundos disímiles coincidan en un solo espacio geográfico.

lunes, 12 de enero de 2009

Lecturas astrológicas (uno)

Desde hace algunos días, a partir de mi Revolución Solar el catorce de octubre, se me dio nuevamente por revisar mis libros de astrología. ¿Será por el Urano de la Revolución en conjunción con mi Ascendente natal? Me repasé "La técnica de las revoluciones solares" de Alexandre Volguine, libro que fotocopié hace algunos años gracias a la gentileza de Mario Rueda. "Astrología racional" de Adolfo Weiss, libro de más de ochocientas páginas, cuya fotocopia me trajo Mario Talavera de Arequipa al Cusco en el 2001. El "Tratado de astrología" de Alpherat, libro que me prestó para fotocopiar un señor cuyo nombre no recuerdo y que vive en la esquina de las calles Saphi y Conquista en Cusco. Y por último "Astrología, karma y transformación" de Stephen Arroyo, traducido del inglés al polaco, que me trajera mi hija Lucía al regresar de Polonia el año pasado. Recomiendo todos estos libros a los interesados en el tema astrológico, si bien sé que Volguine ha sido muy criticado por algunos autores, quienes consideran que da recetas demasiado rígidas para la interpretación de las Revoluciones Solares.
Cusco es un lugar precioso, pero donde es imposible acceder a este tipo de materiales en las librerías, de manera que uno está librado a la información sobre astrología a la que pueda acceder por internet, o tiene que buscarla a través de las amistades que manejan el tema. Es por eso que agradezco a todas las personas que me facilitaron estos materiales y me asesoraron en la elección de los mismos. En cuanto a las páginas web recomiendo www.astro.com de Liz Greene.

Lima, cinco de noviembre del 2007

lunes, 5 de enero de 2009

Últimas lecturas literarias

Estos últimos días pude darme un tiempo para leer novelas sin parar, como en mis viejos tiempos. He leído pues "Cárceles del alma" del escritor húngaro Lajos Zilahy, cuya acción transcurre entre Budapest y Tobolsk en Siberia, antes y durante la Primera Guerra Mundial. Leí luego dos novelas de Maria Rodziewiczówna: "La madre" (Macierz) y "El polvo gris" (Szary proch), escritas en polaco arcaico y cuya acción transcurre en la Lituania de antes de la Primera Guerra Mundial. Y por último "La otra chica Bolena" (The other Boleyn girl) de Philippa Gregory, novela que supuestamente sirvió de base para la película del mismo nombre, si bien la versión cinematográfica es tan diferente que pareciera estar basada en otra novela. Hace un tiempo vi esa película y vi también la serie completa de "Los Tudor", serie de primera, producida por la televisión británica. Cuánto más profundizas en el estudio de la historia, tanto más coincides con Shakespeare, quien dijera a través de la boca de alguno de sus personajes, que la historia pareciera ser un cuento contado por un loco. No recuerdo la cita exacta, pero sí el sentido de la misma.

martes, 9 de septiembre de 2008

Presentación de la novela "Entre el Cielo y el Infierno, un Universo dividido" de Isabel Sabogal

En esta presentación he de hablar sobre mi obra, y por lo tanto sobre mi y mi creación. Pero antes que nada, preguntémonos quién soy yo qué cosa es la creación. ¿Sigue siendo acaso aquella chispa, aquel hálito divino que hizo vivir y morir a los poetas, aquel canto inspirado por las musas en el momento máximo de la creación? ¿Y quién soy yo en medio de eso? ¿La diva que une el mundo de arriba, ese mundo sutil y difuso de las ideas y los sueños, con este mundo real del aquí y el ahora, del pan y la comida y los pañales que quedan por lavar? ¿O ni siquiera soy eso? Sino tan sólo un cuerpo femenino, condicionado socialmente, nacido en tal y cual año, educado en tales y cuales colegios y culturas, que algún día de invierno caminara sin rumbo por las calles de Miraflores, por Wilson o la Colmena, entremezclando sus pasos con una multitud de gente.
Si quienes nos hemos criado a caballazo entre varios mundos y culturas sabemos que la realidad no es algo concreto y tangible, sino una materia sutil que vamos modelando a nuestra imagen y semejanza, como si reconstruyéramos eternamente los primeros días de vida en el jardín del Edén. Entonces, si podemos elegir entre los múltiples ropajes y formas, que nos sirven para ocultar nuestra propia identidad, aquello que es indecible en esta farsa de la vida, elegiremos, no aquello que supuestamente coincide con nuestra condición social, generación o sexo, que a la larga son cosas externas, sino aquello que es lo más hermoso.
Entonces seré la diva inspirada por las musas en el momento máximo de la creación, y cuando escriba volaré, rompiendo los límites del tiempo y del espacio, sin necesidad de alucinantes para ello. Como me dijera cierto gran amigo al leer esta novela: “Tu no necesitas tronchos para volar”.
Como ejemplo de todo lo antedicho les leeré un poema y algunos párrafos significativos de esta novela. Me ha sido difícil escogerlos, pues la novela ha sido estructurada de tal manera que ningún párrafo está demás.

Isabel Sabogal D.

Texto de presentación del libro
el día cinco de setiembre de 1989
en “La Estación” de Barranco,
Lima;

(Estando a agosto del 2016, luego de haber tenido la experiencia de presentar varios libros, considero que este texto no refleja ni en lo más mínimo el complejo universo de la novela). 

Epílogo de la novela "Entre el Cielo y el Infierno, un Universo dividido" de Isabel Sabogal (fragmento)

Con Gerard Szkudlarski. Lima, Miraflores, 1988
Se trata pues de una novela fantástica cuya acción se desarrolla “fuera de lugar” (utopía) y “fuera de tiempo” (ucronía). La “Inónime” protagonista “que quiso y no pudo ser Cristina” - alter ego de la escritora – recorre aparentemente – espacios fantásticos en tiempos ambiguos. La trama diegética no deja nunca a pesar de los estratagemas y procedimientos descritos , de ser “la narración del mundo privado en un tono privado” (7).
Parecería, que tanto el “Cielo”, como la “Tierra” y el “Infierno”, al igual que los seres que habitan los tres mundos son proyecciones mentales de la novelista evocados mediante la aproximación inductiva y la expresión cinestésica (8). Todos ellos vectores de su imaginación creativa.
Todas estas proyecciones ambivalentes (9), indagaciones cognoscitivas y/o actos intuitivos poseen la frágil consistencia ectoplásmica que les otorga la imaginación poética de Isabel Sabogal. Pero poseen también la fuerza decisiva de lo a-temporal y de lo a-espacial -abstraído por tanto – de la acción transmutadora de las leyes naturales. Del universo fantástico de la novela, sólidamente estructurado parten algunos brotes de otras expresiones vecinas: lo mágico, lo maravilloso, lo extraño, lo sobrenatural, lo esperpéntico, lo diabólico y también lo realista (10). Acaso sea lícito y oportuno señalar algunas semejanzas y/o paralelismos – a nivel anecdótico – entre la presente novela – y otras obras y géneros: el drama romántico, la novela gótica, los relatos de Kafka. “A puerta cerrada” de Jean Paul Sartre. “La Divina comedia” de Dante, “El Inónime” de Samuel Becket, “Relatos de Belzebuth a su nieto” de G.I. Gurdieff y “En busca de lo maravilloso” de Uspensky. No tiene mayor importancia si la novelista había bebido mucho, poco o nada en todas o en algunas de las mencionadas fuentes.
El león está hecho de la carne de los corderos que ha comido – sin que sea por ello cordero” decía Goethe. A su vez de ser cierta la hipótesis de la “Pantomnesia” (Omnimemoria) del subconsciente colectivo, de la consciencia acumulativa que construye y alimenta la esencia sartreana de todo ser humano, ningún contenido, ninguna idea sería privativa de una mente en particular.
En tal caso lo decisivo sería no el qué, sino el cómo, es decir la forma y/o el estilo, y en este aspecto la obra de Isabel Sabogal es significativamente original y marcadamente existencial. En la dimensión creativa las conversaciones de la Inónime (Namenlose) protagonista con Dios, con los ángeles y con los demonios son tanto o más consistentes que los diálogos naturalistas que entablan los personajes de las novelas de Émile Zola. Es a partir de este “realismo” de tercer grado o realidad tercera (11) y más allá del imbroglio diegético, a menudo serial, polisémico y con diferentes contrapuntos, tanto situacionales como temporales que se hace posible distinguir e identificar las principales “ideas-fuerza”, verdaderas obsesiones existenciales de una mente única y agonal que no cejará en su empeño gnoseológico. Se trata de una mente bi-valente: narrador/personaje.

Gerard Romuald Szkudlarski
Fragmento del epílogo de la novela "Entre el Cielo y el Infierno, un Universo dividido" de Isabel Sabogal.

(Véase aquí el texto completo del epílogo).

jueves, 4 de septiembre de 2008

Fragmento del antiblog (seis)


Volver a esta ciudad luego de tantos años era como volver a la ciudad de los muertos y moribundos. De sus piedras y veredas iban surgiendo no sólo los recuerdos de la más tierna infancia, sino también los rostros de quienes ya se fueron. Sentirte de pronto terriblemente vieja, como si ya hubieras vivido todo lo vivible en el Universo. Y sin embargo era cierto, niña angelical. Y sin embargo sabías que recién habías atravesado la mitad del camino a recorrer. Todo lo que alguna vez tuvo sentido para ti, dejaba de tenerlo. Publicar libros, novelas, poemarios, ver tu nombre impreso en el periódico...

Lima, 19 de agosto del 2008

sábado, 23 de agosto de 2008

Mañana acaecida eternamente...

Esta es la mañana acaecida eternamente de la que tanto hablan los poetas. Mañana ansiada, acaecida eternamente.

Esta es la mañana acaecida eternamente y jamás se repetirá una mañana y una felicidad como ésta.

Esta es la mañana que he añorado desde hace tantos siglos, Mrs. Dalloway. La mañana ansiada, acaecida eternamente, que vive en la memoria de pueblos y ciudades y de la que te hablara el poeta visionario. La mañana que ya se está dando y que jamás volverá a repetirse, de lo cual ni siquiera nos percatamos, creyendo simplemente que es una mañana más de las miles de mañanas de nuestras vidas.

Y sin embargo es la mañana única e irrepetible en la que se consuman todas las mañanas del mundo, todas las que nos tocó y tocará vivir. Jamás el correr de las olas del mar tendrá la textura y la armonía del mar de esta mañana. Jamás habrá un amanecer tan radiante y tan lleno del canto de los pájaros como el de hoy. Y es como si todo el dolor del mundo hubiera desaparecido de golpe, como si todas las violaciones, vejaciones y traiciones de las que fuimos objeto hubieran sucedido y quedado en otras vidas o dimensiones de las que ni siquiera nos acordamos. Como si nos hubiéramos liberado de esa carga para siempre, volviendo a la prístina inocencia de la primera infancia. Y ya no importa ni siquiera la libertad arrancada al alborar la vida. Ya no importa nada, ni el pasado, ni el futuro, tan sólo esta mañana eterna, a la que ni siquiera se le puede llamar presente. Y quedarnos con el recuerdo de esta mañana ha de bastarnos desde ahora y para siempre, por toda la eternidad que hemos de llevar hacia adelante.

Ya no habrá ni comienzo ni fin del mundo, se están dando y se seguirán dando eternamente, en una reconstrucción perpetua del jardín del Edén.

Lima, Miraflores, mayo del 2007


martes, 29 de julio de 2008

Sobre "Vientos de agua"


Estos días hemos visto en familia la serie “Vientos de agua” dirigida por Juan José Campanella. Coproducción argentino – española que trata sobre el tema de la migración. Recomendable.


Serie que remueve las fibras de quienes descendemos, aunque sea en parte, de quienes llegaran en los barcos y que me hizo recordar las historias que contara mi madre de su travesía de Italia hacia el Callao vía La Guaira, y de mi tía Anulka desde Inglaterra hacia La Plata. Que remueve las fibras de quienes hemos cruzado mares y atravesado el Atlántico en barco y de quienes hemos vivido en carne propia la experiencia de ser migrantes o de estar ligados muy de cerca a ellos.

domingo, 20 de julio de 2008

Iñakapalla: PAR - TIR

Partir el tiempo, los segundos, 
cada instante.
Partir hacia el norte.
Partir los colores,
la fruta del mediodía.
Partir tus poemas,
tus razones, tus latidos, tu silencio.
Partir el mundo, tus cabellos.
Partir el invierno, el mes de febrero,
un año bisiesto.
Partir una mirada, el cielo, tu ventana.
Partir de a dos, tres y cinco pedazos.
Partir las pesadillas, sin importar el tamaño.
Partir los años, los sueños, las ideas.
Partir cada palabra, cada recoveco.
Partir al fin del mundo, con dirección al suroeste.

Iñakapalla Chávez Bermúdez
Del poemario "Lunas de añil"

Carmen Escalante: Conducir el agua con las propias manos


Serpiente de agua,
Cauce de historia,
Camino de agua,
Serpentear cristalino entre andenes,
Caída de agua
Entre los maizales,
Agua que se parte en tres,
Agua una y trina,
Agua por la superficie
Escondida después bajo tierra,
Para volver a aparecer.
Vácula que dirige esa agua.
Agua que camina entre las rocas,
Agua que se abre paso entre los cerros,
Agua que cruza abismos,
Agua que escucha la voz del hombre,
Agua que responde a los maizales,
Agua que brilla en las pacchas,
Agua que discurre por patas,
Agua doméstica,
Agua que ama,
Agua de riego,
Agua.

Carmen Escalante Gutiérrez