Esta será una breve reseña de la novela „Diario noruego” de Andrzej Pilipiuk. Una novela en la que el personaje principal aparentemente es humano, pero no del todo, pues le gusta comer pasto; tiene tal cual los caballos doble dentadura; ve en la oscuridad y percibe con nitidez los olores y ruidos que el común de la gente no percibe. Además posee capacidades extrasensoriales, como el poder de captar telepáticamente los pensamientos ajenos e incluso la telequinesia.
Personaje que cambia de nombres e identidades. Un día se llama Paweł Koćko y al siguiente Tomasz Nikitycz Paczenko. Se va percatando de a pocas que el último es su nombre verdadero, por lo que así lo llamaremos en esta reseña. Y todo esto, siendo un adolescente, de apenas dieciséis años. Sabe lo qué es ser diferente a los demás y no saber porqué.
¿Quién es? ¿Por qué no recuerda nada de lo que pasó más allá de los últimos cinco años? Sin embargo va recuperando la memoria poco a poco, a través de los sueños y visiones repentinas. Son como imágenes y escenas del pasado perdido. El último resquicio de éste, que aún se hace presente. Vislumbra de pronto nombres de personajes desconocidos, como por ejemplo, Omejlan Paczenko. O el de Łesia, chica que se le aparece en sueños y que resulta ser su hermana melliza.
En fin, se trata de tres volúmenes llenos de aventuras y personajes inverosímiles. Entre ellos encontramos a diversos espías, agentes de la KGB, así como príncipes y princesas rusos en el exilio, tanto de la dinastía Orlov, como Potemkin. E incluso un criminal nazi, como el profesor Otto Sigridsen, de cuyas garras Tomasz logra escapar. El chico conoce también a seres similares a él, como el conde Derek Tomatov.
Varios de estos personajes hablan diferentes idiomas entre sí, pero eso no es problema para Tomasz, quien a través de su sentido telepático capta los idiomas circundantes, pudiendo comunicarse sin problemas, ya sea en noruego, sueco, alemán, ruso, ucraniano o polaco.
Todas estas aventuras, tanto los secuestros de los que el chico es objeto, como la gente que cae muerta al defenderlo, están ligadas a la búsqueda de su propia identidad y origen. El cual se le va revelando poco a poco.
En el último tomo, titulado "Vientos del norte”, Tomasz se entera que su bisabuelo Ałmaz Paczenko se casó con Alexandra, hija natural del Zar Nicolás II y una bailarina armenia. Desde ese entonces las mujeres de su familia llevan el nombre de Alexandra, cuyo diminutivo ruso es Łesia.
Su bisabuelo en cambio fue fruto de un experimento realizado por un Edonita, algo similar a una nave, llegada del planeta Edon al pueblo de Wojsławice, al sur de Polonia. „Esa cosa” - según palabras del conde Derek - „mató a un niño lugareño, un gatito, un cachorro y un potrillo y luego empezó a jugar. El niño era el representante de la especie dominante en el planeta. Le sirvió de modelo. Del caballo recibimos el doble párpado y un estómago que digiere hasta la celulosa. (…) Del perro tenemos el olfato y el oído, del gato unos ojos que ven en la oscuridad. Probablemente de la misma nave (…) la capacidad de captar ondas diferentes, desconocidas para la ciencia humana, lo cual nos permite a veces contactarnos telepáticamente o escuchar los destellos de los pensamientos de otra gente”. *
De este último origen provendría probablemente también la capacidad de telequinesia y de regeneración de los tejidos.
En cuanto al conde Derek, su abuelo se había casado con una chica de ojos felinos, que nunca quiso hablar de su origen.
La novela finaliza con Tomasz, luego de haber recuperado la memoria, partiendo en lancha de Noruega hacia Nueva York a darle encuentro a su familia. A su melliza Łesia, a Łucja, el clon de ésta y a su padre Nikita Paczenko. Y quién sabe, tal vez también a su bisabuelo, pues la longevidad pareciera ser otra característica más de su especie.
En el epílogo el autor nos cuenta que empezó a escribir esa novela a los trece años de edad, como una manera de fugarse ante los horrores de la realidad circundante y el maltrato escolar. La novela estuvo guardada durante más de veinte años en el cajón, hasta que llegaron mejores tiempos para su publicación…
* Andrzej Pilipiuk, „Vientos del norte”, „Diario noruego” vol. III, p. 251
Traducción: Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Ficha bibliográfica:
Andrzej Pilipiuk: „Diario Noruego” (Norweski dziennik)
„La huida" (Ucieczka), vol. I
„Senderos ajenos” (Obce ścieżki), vol. II
„Vientos del norte” (Północne wiatry), vol. III
Idioma: Polaco
Lublin - Varsovia, Editorial Fabryka Słów, 2017
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